Mons. Colombo evocó el legado pastoral y profético de Mons. Novak

En el marco del año jubilar por los 50 años de la creación de la Diócesis de Quilmes, se emitió un nuevo episodio del ciclo Testigos de Fe, Voces de Esperanza, una propuesta que busca recuperar testimonios significativos de la vida eclesial local. 

En esta oportunidad, el invitado fue el arzobispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Marcelo Colombo, quien compartió su mirada sobre la figura y el legado de monseñor Jorge Novak, primer pastor de la diócesis quilmeña.

El programa se transmite por Radio Novak (FM 91.1) y también puede verse a través del canal de YouTube de la emisora. La diócesis celebrará oficialmente su 50º aniversario el 19 de septiembre de 2026, aunque ya transita este tiempo especial de memoria agradecida y proyección pastoral.

Durante el diálogo, monseñor Colombo recordó que fue ordenado sacerdote en la catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes el 16 de diciembre de 1988 por monseñor Novak, un hecho decisivo en su camino vocacional. Porteño de origen, relató cómo su llegada a Quilmes estuvo marcada por el testimonio evangélico de Novak y también por la figura del padre Gino Gardenal, en su servicio pastoral en Bosques.

Batallador, contemplativo y comprometido

"El padre obispo supo escucharme. Conversábamos largamente sobre temas de actualidad y me sorprendía su mirada amplia sobre la realidad de la Iglesia en el mundo", expresó monseñor Colombo al describir al padre Novak como un hombre profundamente contemplativo, de intensa vida de oración, pero también como un pastor batallador, comprometido con la historia concreta de su pueblo y de una caridad delicada y exigente.

El presidente del Episcopado destacó como uno de los rasgos más valiosos de la diócesis la cercanía permanente con los pobres y la presencia capilar de la Iglesia en los barrios y comunidades más alejadas. Señaló que ese estilo pastoral, heredado de su fundador, se ha mantenido a lo largo de los distintos episcopados y hunde sus raíces en el Evangelio, especialmente en el pasaje de Mateo 25.

"No callaría ante el dolor de la gente"

Consultado sobre qué diría hoy el obispo Novak frente a la realidad actual, monseñor Colombo consideró que levantaría una voz clara y firme. A nivel internacional, lo imaginó reclamando por la paz y el cese del fuego en escenarios como Gaza y Ucrania, y defendiendo con fuerza la dignidad de las personas y de las minorías.

En el plano nacional, el arzobispo mendocino afirmó que seguramente denunciaría la crueldad de ciertas políticas y modelos económicos que logran estabilidad macroeconómica a costa del sufrimiento concreto de amplios sectores de la población.

"El padre obispo no callaría frente al dolor de la gente", concluyó monseñor Colombo, y subrayó la vigencia de un testimonio que sigue iluminando el presente de la Iglesia en Quilmes.