La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó un proyecto que propone una reforma profunda de la Policía Federal Argentina para transformarla en un verdadero “FBI criollo”, con nuevas facultades que incluyen el patrullaje de redes sociales abiertas sin autorización judicial previa, entre otros cambios controversiales.

¿De qué trata este proyecto?
Según reveló el medio Ámbito, que accedió de forma exclusiva al borrador oficial, la iniciativa busca modificar la Ley Orgánica de la Policía Federal (21.965) con el objetivo de que la fuerza se concentre principalmente en la prevención, detección e investigación de delitos federales y complejos, y la desarticulación de organizaciones criminales.

Uno de los puntos más sensibles del texto es el inciso 11 del artículo 6, que habilita a la Policía Federal a “realizar, sin necesidad de autorización judicial, tareas de prevención del delito en espacios públicos digitales, tales como redes sociales abiertas, sitios web públicos y otras fuentes abiertas”.

Aunque se aclara que estas acciones deberán respetar la privacidad y la libertad de expresión, expertos advierten sobre el riesgo de ambigüedad y abuso.

La propuesta también permite a los agentes realizar detenciones sin orden judicial cuando existan “circunstancias debidamente fundadas” que hagan presumir que una persona “hubiese cometido o pudiere cometer un hecho delictivo”, y que no pueda acreditar su identidad. En esos casos, la persona podrá ser retenida “por el tiempo mínimo necesario” para su identificación, con aviso a un juez.

Otro artículo que genera inquietud establece que la Policía podrá registrar y calificar a personas dedicadas a actividades ilícitas, sin detallar con precisión los criterios, lo que podría habilitar prácticas discrecionales de vigilancia.

Desde el oficialismo se presenta el proyecto como una herramienta para modernizar la lucha contra el crimen organizado, pero dirigentes políticos y referentes judiciales ya expresaron fuertes reparos por el alcance de estas medidas y la posible vulneración de derechos fundamentales.

Con esta iniciativa, Bullrich busca posicionar a la Policía Federal como una fuerza de elite al estilo del FBI estadounidense, pero el debate por el equilibrio entre seguridad e institucionalidad ya promete abrir un frente caliente en el Congreso y la sociedad.