Juicio Brigadas: El alegato de la última querella

ACTUALIDAD 08 de marzo de 2024 Por Esteban Díaz Romero
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El Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata escuchó en la audiencia 137 del Juicio Brigadas el alegato de Justicia Ya. Con este alegato, se dio por terminada esta instancia de la parte acusados y se dio paso a las defensas.

Luz Santos Morón fue quien comenzó con la exposición, que se enmarca en un “peligroso avance de sectores que niegan el genocidio”. Remarcó que el juicio ocurre a casi medio siglo de los hechos con el consecuente avance de la impunidad biológica pero también con la muerte de un gran porcentaje de testigos.

“Nuestra sociedad necesita no perder ese hilo histórico de memoria en la búsqueda de verdad y de justicia”, señaló Morón, quien anunció la adhesión al alegato de la Fiscalía y las querellas que precedieron a Justicia YA, haciendo hincapié en que fue un genocidio. Esta querella reclamó prisión perpetua para los acusados.

A su turno, Pía Garralda dio detalles de los trabajadores secuestrados y trasladados a los distintos centros clandestinos de detención y exterminio implicados en este juicio. También aludió a los estudiantes universitarios desaparecidos que son caso.

La tercera en exponer fue Carolina Vilchez, quien ahondó en los estudiantes secundarios y los distintos grupos de militancia. Además, detalló los casos de las parejas secuestradas.

Finalmente, Nicolás Tassara dio precisiones del Plan Cóndor, en el marco de los casos de uruguayos detenidos en los centros clandestinos emplazados en la zona sur del Conurbano y de argentinos detenidos en ese país. También brindó detalles de las mujeres embarazadas.

En este punto, al igual que había advertido Santos Morón, reclamó por el listado del personal de las brigadas que consta de acuerdo a investigaciones previas.

La abogada, asimismo, mencionó los casos de los niños, niñas y adolescentes victimizados; al tiempo que dio cuenta de las disidencias.

Vilchez, finalmente, expuso sobre los delitos sexuales a los que sometieron a mujeres, varones y cuerpos feminizados para “producir efectos de control y disciplinamiento”.

Se pidió que se arbitren los medios necesarios para el mantenimiento del “Pozo de Banfield, cuyo sótano está permanentemente inundado”, entre otras medidas.

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