La Iglesia en Quilmes celebró la ordenación de un sacerdote y un diácono
El obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, celebró el jueves 7 de diciembre, en la catedral local, la misa en la que ordenó sacerdote al diácono Guido Belloni y diácono al acólito Ernesto García, ambos formados en el seminario mayor ‘María, reina de los Apostoles’, de esa diócesis.
Concelebraron la Eucaristía, el obispo auxiliar, monseñor Eduardo Redondo; el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni; el obispo emérito de Quilmes, monseñor Luis Stöckler; y el obispo emérito de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín SDB, junto con los sacerdotes del clero diocesano. Participaron también de la celebración algunos diáconos y un grupo numeroso de fieles
En la homilía, monseñor Tissera destacó: “Nuestra diócesis de Quilmes, como tantos lugares de la patria y del mundo, cuenta con un pueblo fervientemente mariano. En esta fiesta de la Inmaculada, cuántas familias la celebran en los barrios, en las comunidades de distintas procedencias. La alegría y la fiesta es una de las características de esta profunda devoción de nuestro pueblo”. Y recordó que, “ante la mirada de la Inmaculada Concepción, muchos hermanos han sido ordenados diáconos, sacerdotes y obispos. El más destacado es nuestro querido padre obispo Jorge Novak, Siervo de Dios”.
El prelado resaltó el “valor” de las familias de los ordenados, porque “proceden de hogares de gente de trabajo y de lucha, que les dieron abrigo de amor y ejemplo de paciencia y sacrificio. Es el gran capital que les regalaron para ser las personas que hoy son. ¡Gracias a ustedes, los padres de Lautaro y Joaquín, y a sus familias!”.
Además, invitó a Belloni y a García a contemplar “la humildad de la fe” y ver a la Virgen, “que comparte la estrechez de sus viviendas, las vicisitudes del dolor y las alegrías sencillas de la vida común de cada uno”. "María, de modo misterioso, va ayudando a formar esas santas y santos ‘de la puerta de al lado’. Esas personas les ayudarán a vivir su fe y su ministerio”, agregó.
En tanto, resaltó la labor de la hermana Renza, “tan significativa en la vida de Joaquín", y en la celebración se hizo también mención especial de los sacerdotes fallecidos Carlos Abad, Leonardo Sala y Francisco Urbanija, que fueron guías en la formación de Lautaro. Además, se recordó a Santa Teresa del Niño Jesús y al cardenal Eduardo Francisco Pironio, que la próxima semana será proclamado beato.
Hacia el final de la celebración, el presbítero Armando Dessy, canciller de la diócesis, leyó los decretos en los que el obispo confirió a los recién ordenados las licencias para ejercer sus ministerios en la diócesis, por los que fueron destinados especialmente a las comunidades de Santa María, Santa Isabel de Hungría, Nuestra Señora del Milagro y Nuestra Señora de Itatí, correspondientes al decanato Berazategui.
Por su parte, Belloni, que escogió como lema ‘Apacienta a mis ovejas’, y García, que continuará su camino hacia el sacerdocio y se identificó en esta etapa con el lema ‘Somos simples servidores’, agradecieron a Dios, a sus formadores, a sus familias, al seminario y las distintas comunidades de la diócesis de Quilmes que los acompañaron en su formación.
El presbítero Belloni rezó luego su primera misa en la parroquia Santa María, de Hudson, el sábado 9 de diciembre.