Crimen del empresario: pericias en el predio de General Rodríguez

ACTUALIDAD 25 de agosto de 2023 Por Esteban Díaz Romero
empresariogeneralrodriguez

Peritos de Policía Científica, bomberos y brigadas caninas participaban hoy de una inspección en el predio del emprendimiento inmobiliario de la localidad bonaerense de General Rodríguez, donde se cree que el 18 de julio pasado fue asesinado Fernando Pérez Algaba, el empresario que apareció descuartizado adentro de una valija arrojada a un arroyo de Ingeniero Budge, para intentar confirmar si una casa ya demolida fue la escena del crimen.

Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que la diligencia fue ordenada para esta mañana por el fiscal de Lomas de Zamora a cargo de la causa, Marcelo Domínguez, en el predio del barrio privado en construcción “Renacer”, ubicado sobre avenida De las Américas y su cruce con la ruta 6, de la mencionada localidad del oeste del conurbano.

Allí, fueron convocados los expertos de la División Casos Especiales Oeste de la Superintendencia de Policía Científica que desde el inicio trabajan en la causa, pero también un grupo de rescate de bomberos y brigadas caninas K9 con perros específicamente entrenados para rastrear restos cadavéricos. También, el fiscal requirió la presencia de máquinas retroexcavadoras.

“La idea es poder confirmar si, tal como confesó uno de los detenidos, una de las construcciones del predio, que luego fue demolida, es el lugar del hecho, es decir la escena del crimen”, dijo a Télam una alta fuente policial que trabaja en el caso.

El mismo vocero explicó que, más allá de que ese sitio está destruido, la idea es que, entre los perros rastreadores y los expertos en rastros, se pueda hallar algún indicio que confirme si allí fue asesinada la víctima y si en ese mismo lugar también fue descuartizada.

Nahuel Sebastián Vargas, uno de los siete detenidos que tiene la causa, fue quien al ser indagado por el fiscal reveló que el asesinato de “Lechuga” lo cometió otro de los imputados, Maximiliano Ezequiel Pilepich, en una casa de campo de ese sitio, de dos balazos por la espalda y cuando la víctima estaba cambiando una bombita. “En la segunda habitación a la izquierda la luz que había que cambiar estaba alta, entonces Fernando que era el más alto de los tres, toma una silla y se para en la silla para cambiar la luz”, declaró Vargas.

El acusado explicó que en ese momento salió del lugar a pedido de Pilepich para abrir una ventana y, en ese momento, escuchó los dos disparos. Cuando regresó, Pilepich le dijo: “Ya está, no aguantaba más, hay límites”, en referencia a que el empresario le venía exigiendo que le pague una deuda y a un hecho que involucraba a su hija adolescente. “Maxi estaba enojado porque Fernando había agregado al Instagram a su hija de 13 años y le escribía y luego realizaba capturas de pantalla y se las enviaba a Maxi para provocarlo”, contó Vargas.

Para el Ministerio Público, el crimen del empresario Pérez Algaba fue cometido por una deuda de 50.000 dólares y 17 terrenos que el imputado Pilepich debía entregarle a la víctima, quien, con el fin de cobrarla, fue la tarde del 18 de julio hasta el predio “Renacer” de General Rodríguez a encontrarse con él. Camino a ese campo, donde se cree pudo ser capturado y asesinado, “Lechuga” reconoció en un mensaje de audio que temía por su vida ante la posibilidad de ser baleado, según las pruebas aludidas por el fiscal.

El fiscal consideró que, más allá de sus negocios en común, entre Pilepich y Pérez Algaba existía “una relación de amores y odio, en la que se advierte y se puede afirmar la existencia de discusiones peleas y amenazas que se efectuaban entre ambos”.

Te puede interesar