Batalla campal en Avellaneda: 19 heridos y 90 detenidos en el partido cancelado de Independiente – U de Chile por graves incidentes en la Sudamericana

El partido de vuelta entre Independiente y la Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana terminó en un escándalo: la Conmebol canceló el encuentro por una batalla campal entre hinchas, que dejó un saldo de al menos 19 heridos y más de 90 detenidos.

El caos comenzó en el segundo tiempo, cuando hinchas de la U. de Chile, ubicados en la tribuna alta del estadio Libertadores de América, arrojaron palos, botellas y butacas hacia la parcialidad local. La reacción de la barra de Independiente fue inmediata y derivó en escenas de violencia que obligaron a suspender el partido en el minuto 48, cuando el marcador estaba 1-1.

Conmebol y los cruces de acusaciones

Tras el escándalo, la Conmebol oficializó la suspensión del partido, acusando a Independiente por la “falta de garantías de seguridad” y girando el caso a su tribunal disciplinario.

El presidente del club de Avellaneda, Néstor Grindetti, responsabilizó a los hinchas chilenos, a quienes calificó de “repudiables” y acusó de “destrozar los baños”.

Desde Santiago, el titular de la U, Michael Clark, señaló que “el fútbol pasa a un segundo plano”, mientras que el presidente chileno, Gabriel Boric, criticó la “violencia en las barras” y la “irresponsabilidad en la organización”, y ordenó a su embajada asistir a los heridos.

El saldo sanitario

El Ministerio de Salud bonaerense confirmó 16 heridos derivados a hospitales de Avellaneda y Sarandí, la mayoría con lesiones leves.

En tanto, la Universidad de Chile publicó un listado de 19 simpatizantes heridos, entre ellos:

Gonzalo Alfaro, en estado crítico por una caída desde altura (cirugía y riesgo vital).
Diego Montero, apuñalado en el tórax y con traumatismo de cráneo.
Otros 17 hinchas con politraumatismos y fracturas, internados en el Hospital Fiorito, Hospital Presidente Perón y Hospital de Wilde.
El presidente de la U, Michael Clark, y el gerente general Ignacio Asenjo visitaron personalmente a los internados.

Futuro incierto

La suspensión deja en suspenso la serie, que estaba igualada 1-1. Ahora, el tribunal disciplinario de la Conmebol deberá resolver si se reprograma el partido, se sanciona a uno de los clubes o se da por terminada la llave.

El episodio reaviva el debate sobre la violencia en el fútbol sudamericano y los fallos en la organización de partidos internacionales.