El Club Tucumán cumple 90 años

Afincada en el corazón del barrio La Colonia, la entidad celebra sus nueve décadas con pujanza y sentido de pertenencia quilmeña.
El 5 de junio de 1935, un grupo de jóvenes entusiastas del barrio La Colonia fundaban el Club Social y Deportivo Tucumán. Esos vecinos y amigos que formaron la primera comisión directiva, encabezada por Gabriel Malozano, daban así el puntapié inicial de una institución que hoy, noventa años después, es un emblema del deporte barrial y la vida social de Quilmes oeste.
La primera sede del club se situó en las calles Tucumán y O’Higgins. Desde allí se trasladó luego a la calle Tucumán entre Marcelo T. de Alvear y Andrés Baranda, frente a donde actualmente está la cancha de fútbol de la entidad, hasta que finalmente fueron adquiridos los terrenos en los que hoy se afinca, sobre la avenida Andrés Baranda entre Tucumán y Bombero Sánchez.
A lo largo de estos noventa años, miles de vecinos disfrutaron de las actividades del club. Cayetano “Cacho” Cacopardo, socio vitalicio de largo recorrido en la institución, rememora: “Muchas parejas que después formaron familias se conocieron en los famosos bailes que se organizaban en la década de 1940 y 1950”. Con sus 79 años, Cacho acompañó buena parte de la historia del club y actualmente es el encargado de los alquileres de las canchas de fútbol y pelota paleta.
Fueron muchas las etapas y momentos que se acumulan a lo largo de estas décadas: al recuerdo de Cacho acuden los nombres de las hermanas Corsiforti (que lideraban el exitoso básquet femenino del club en los años cincuenta), las visitas de personalidades de renombre mundial (como Pelé y Ubaldo Matildo “Pato” Fillol, entre otros), los multitudinarios torneos de pelota paleta, así como los grandes festejos y eventos sociales que reunían a la comunidad y todavía perduran en la memoria.
El fútbol fue siempre el deporte emblema de la entidad. En los años setenta se adquirieron los terrenos para construir la actual cancha, que con el correr de los años pasó a ser conocida como “La Catedral” gracias a los míticos torneos y enfrentamientos que tuvieron lugar en ella. Grandes equipos y jugadores han pasado por “La Catedral” y hoy siguen enalteciendo los atractivos campeonatos de papi fútbol.
Un hito muy importante en la historia de la institución fue la inauguración de la pileta de natación, en 1963. Cacho Cacopardo rememora: “El presidente en ese tiempo era ‘Chendo’ Pérez y el vicepresidente tenía el apellido Ayala; los dos hipotecaron sus casas para poder financiar la obra”. Ya en 2015 se logró climatizar el natatorio, lo que permite que sea disfrutado todo el año, y junto a ello se inauguró el nuevo gimnasio.
Las actividades sociales y culturales no fueron una excepción a lo largo de estas nueve décadas: los clásicos bailes y presentaciones de orquestas de tango aún son recordados, mientras que en la actualidad el club es lugar de actuación de grandes bandas de rock nacional e internacional en el Auditorio del primer piso de la sede.
En estos últimos tiempos, el Club Tucumán sigue creciendo de la mano de obras destinadas a darles más y mejores comodidades a las familias que día a día comparten momentos en la institución. La actual comisión directiva, que conduce los destinos del club desde hace quince años, mantiene vivo el legado histórico y revitalizó a la entidad con un mejoramiento constante de las instalaciones y una ampliación de la gama de actividades que atraen a vecinos y público en general.
Desde su fundación en 1935, son nueve décadas de una institución barrial que rejuvenece y vive en las generaciones que hoy se siguen sumando y día a día recorren sus pasillos y canchas: “Los hijos y las hijas de esos matrimonios que se formaron en los bailes de los ’40 y los ‘50, y ahora también sus nietos, siguen viniendo al Tucumán”, dice Cacho Cacopardo con una sonrisa: “Este club es una gran familia”.