Kicillof mira en el espejo del Congreso nacional para decidir si elimina las PASO y aguarda a marzo

ACTUALIDAD05 de enero de 2025 Por Esteban Díaz Romero
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El gobernador Axel Kicillof juega al misterio pero para calmar ansiedades en el peronismo dejó correr el mensaje de que no apurará la decisión de eliminar las PASO bonaerenses hasta marzo, cuando se espera que el Congreso nacional defina si irá a fondo con la supresión de esta herramienta electoral ordenadora.

La decisión del mandatario bonaerense, que mantiene expectante a todo el sistema político, está atada a lo que logre concretar el Gobierno nacional en el Congreso.

Si en marzo el proyecto de eliminación de las PASO es tratado en ambas cámaras y tiene viento a favor para que se apruebe, entonces Kicillof hará lo propio en la Legislatura.

Las primarias bonaerenses están enganchadas por ley a las PASO nacionales, y deben realizarse en la misma fecha, de forma concurrente.

Esto significa que solamente el Gobierno provincial podría desdoblar la fecha de los comicios generales, pero si se mantiene la fecha de las primarias se generaría un galimatías en el cronograma electoral que solo traería confusión en los votantes y problemas de logística.

La decisión de desdoblar en Buenos Aires, en ese sentido, está vinculada a lo que resuelva el Congreso nacional a partir de marzo. 

El gobernador ya tiene decidido anticipar la fecha de las elecciones en el hipotético caso de que Javier Milei logre el acuerdo que alienta con el peronismo y el PRO para sacarse de encima las PASO.

En ese potencial escenario, también avanzará con su propio proyecto para suprimir o suspender las primarias bonaerenses. 

El partido se juega primero en el Congreso nacional, pero la reacción en cadena que podría desencadenar preocupa y mucho a quienes no comparten los intereses del gobernador, empezando por Cristina Kirchner.

El desdoblamiento es un escenario que aterra a la actual presidenta del PJ, para quien sería un error garrafal que se desacople el proyecto bonaerense del proyecto nacional, con dos campañas diferenciadas.

La ex presidenta y su hijo Máximo Kirchner sospechan que el mandatario bonaerense quiere desentenderse de la puja nacional contra Javier Milei para preservar su quintita de poder con fines meramente egoístas.

Lejos de esta teoría, Kicillof piensa que si le va bien en las elecciones provinciales, ese virtual triunfo insuflará un envión anímico positivo que le permitirá a Unión por la Patria encarar la disputa nacional del 27 de octubre con mayor optimismo.

Para el ex ministro de Economía, el adelantamiento de las elecciones provinciales le permitiría plebiscitar su gestión, sin por ello prescindir de una confrontación (y comparación) directa con las políticas de Milei.

Además, Kicillof entiende que en un eventual desdoblamiento las ventajas relativas de Unión por la Patria mejorarían ya que La Libertad Avanza no tiene organización ni candidatos conocidos en los 135 municipios y en las ocho secciones electorales. 

Con elecciones concurrentes, La Libertad Avanza podría disimular esa falencia gracias al efecto "arrastre" de las boletas nacionales, donde aparecerán nombres muy competitivos como por ejemplo José Luis Espert.

A Kicillof, la opción de desdoblamiento también le redundaría en tener mayor control sobre las listas de cargos legislativos bonaerenses seccionales, sin la intromisión de Cristina y Máximo Kirchner, quienes mantendrían la lapicera solo para las listas de diputados nacionales.

Como autora de la Ley 26.571 que creó las PASO y de haber defendido a ultranza durante más de una década su utilidad y propósito, la presidenta del PJ llegó a un clivaje de la historia en el que entiende que prolongar la existencia de las primarias atentaría contra sus propios intereses. 

La contradicción es extrema, pero la jefa del kirchnerismo ya ha demostrado a lo largo de su biografía política que es pragmática como pocos y que por encima de la coherencia está la preservación del poder propio. 

Sin PASO, Cristina Kirchner podrá gozar del control férreo de las listas, evitar rivales internos que quieran desafiarla “por adentro”, y alejar la influencia de Kicillof.

Son, con matices, los mismos argumentos que exhibe el gobernador bonaerense para justificar la intención de suprimir las primarias provinciales.

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